El sofá Chesterfield representa la excelencia en diseño mobiliario atemporal. Con origen en la Inglaterra georgiana (1730-1760), su arquitectura responde a principios ergonómicos avant-garde: ángulo de respaldo de 95° para postura recta, altura de brazos a 45 cm (optimizando apoyo antebrazo), y profundidad de asiento 55 cm (normativa EN 1335). Su construcción original empleaba madera de roble macizo con ensamblaje de cola de milano, garantizando durabilidad multigeneracional.
Sus señas de identidad – capitoné geométrico (patrón 5×7 botones) y patas cabriolé – han evolucionado técnicamente. Actualmente, los modelos premium integran:
– Suspensión multicapa con muelles ensacados individualmente (resistencia 400 kg)
– Tapicerías inteligentes: terciopelos ignífugos Clase 1 (BS 5852) o cueros vegetales con nanotecnología Protector™ anti-manchas
– Estructuras modulares con sistema Click&Change para intercambiar secciones
En decoración contemporánea, funciona como pieza versátil:
1. En salas minimalistas: versión en lino crudo con patas metálicas cepilladas
2. Estilo industrial: cuero envejecido con costuras expuestas y refuerzos de bronce
3. Ambientes clásicos: terciopelo de seda con detalles dorados a la hoja
Su proporción áurea (1:1.6 entre altura y profundidad) asegura integración armónica en cualquier espacio.
